También te quiero bastante,
como el océano a las olas
en su vaiven trepidante.
Y te extraño como siempre,
cual sonrisa del niño triste
que enfermo su madre mece.
Te necesito en mi vida,
como la brújula al norte
en una ruta perdida.
Y te desea mi cuerpo,
como las flores al agua
que nacen en el desierto.
Te amo como en la cruz,
redimiera los pecados
de Magdalena, Jesús.
Pedro Tapia
como el océano a las olas
en su vaiven trepidante.
Y te extraño como siempre,
cual sonrisa del niño triste
que enfermo su madre mece.
Te necesito en mi vida,
como la brújula al norte
en una ruta perdida.
Y te desea mi cuerpo,
como las flores al agua
que nacen en el desierto.
Te amo como en la cruz,
redimiera los pecados
de Magdalena, Jesús.
Pedro Tapia