martes, 24 de febrero de 2009

Me quedaré callado.

Cuando te acerques serena
disimulando emoción,
soportaré si se agolpa
la sangre en mi corazón.

Tendré en mente tu deseo
de esconderme en tu demencia,
de no mirar si te veo
y escapar de tu presencia.

Me quedaré callado
como estatua hecha de piedra,
con el corazón sangrado
y sintiendo en mi piel la hiedra.

Me alejaré si te acercas
para no verte fingir,
aparentar que aparentas
tu indiferente sentir.

Más cuando llegues aprisa
al escondite supremo,
arrancando mi camisa
sin darme un tierno “te quiero”,
lo gritaré en el espacio
que me quieres, y primero
te daré un beso en la boca
que sofoque tus, “ya quiero”.

Saciaremos en derroche
la energía y el amor,
y lo que dure la noche
le pondrá un alto al reloj.

Con un ardiente café
en tu mano y en tu boca,
te diré adiós muy temprano
después de otra noche loca.

Me quedaré callado
cuando te vea partir,
de nuevo a sentir helado
mi corazón al fingir.



Pedro Tapia.

lunes, 9 de febrero de 2009

Lloro de gusto

Que importa si por mi no lloras,
si en mi cuento de hadas eres la princesa,
que mas da si tu desden me arrojas
si al final te tengo hospedada en mi cabeza.

Tu soberbia y tus encantos van tomados de la mano
mi necedad y mi astucia caminan aquí a tu lado,
si me dejas olvidado como sueles recetarme
me resigno a perseguirte aunque vuelvas a humillarme.

Si el querer no es un pecado, ni sentir amor por ti,
el pecado es que no sientas lo mismo así tu de mi,
insensato si lo es, el haberme enamorado
de una mujer que me ignora y me tiene aquí olvidado.

Mas quien le explica a mi cabeza, que desperdicio mi vida,
si en lugar de entrar en cuerda, se acelera mi torpeza,
y en lugar de que me duela el insulto de tu trato
me conmina la imprudencia insistiendo el desacato.

Que importa si por ti lloro, al cabo lloro de gusto,
de saber que en esta vida te tuve a mi complacencia,
aunque para mi fuera, el paraíso, tu insulto,
ya tuve el honor mi reina de conocer tu demencia.

Te duele haber sucumbido débilmente a mi proeza,
haberme dado sin escatimo la dicha de tu belleza,
y al descubrir con descaro que no había tal riqueza
te marchaste de mi lado maldiciendo mi pobreza.

Es por eso que este día de coraje has de llorar,
en cambio aquí en mi morada es hora de festejar
se llora pero de gusto de haberte gozado plena,
y tu sufres de ambiciones que nunca valen la pena.

Pedro Tapia.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Me preguntaron por ti...

Hoy me preguntaron por ti…
y no supe que contestar, me quedé callado,
turbado, en silencio, inventando una historieta,
y mi pensamiento se volvió un tornado,
quise reír y disimular, desaparecer de este planeta.

Cuando me preguntaron por ti…
sentí de nuevo tú presencia en mi corazón,
ese espacio que iba vaciándose, se volvió a llenar de ti,
y con fingida risa que ignorante, me dolió,
vomite tres palabras que mis oídos bloquearon de por si.

Hoy me preguntaron por ti…
y el mundo me cayó encima, mal haya el momento,
ni siquiera lo esperaba, me tomaron por sorpresa,
me encontré con un cuchillo filoso enfrente de mi pecho,
a punto de herir de nuevo, esta adolorida presa.

Cuando me preguntaron por ti…
quise defenderme, traté de esconder mi dolor adormecido,
saqué fuerzas de flaqueza para no mencionarte,
me asustaba la fuerza de este río tan crecido,
es triste y lamentable que aun me duela y no admitirlo.

Hoy me preguntaron por ti…
y comprendí que sigues siendo parte de mí,
yo que pensaba que te habías marchado también de mi corazón,
de mi recuerdo y de mis planes, de mi futuro y de mi destino,
es muy difícil aceptarlo, pero es mas duro tener razón.

Hoy que preguntaron por ti…
no preguntaron nada de mí,
me pregunto si te han preguntado
lo mismo de mi a ti,
y si les habrás contestado,
o también te habrá dolido
que te hayan preguntado.

Pedro Tapia.