Me dijo al llamarle hoy
llorando con voz cortada,
solo quiero un abrazo
y deseo tu llegada.
Apresurado arribé
y cruce los corredores,
que se extendían en frente
alargando mis temores.
Atravesé los umbrales
de la puerta de su lecho,
y postrada en su aposento
la encontré mirando al techo.
Me acerque casi muriendo
ya sin fuerzas en las piernas,
cuando empieza a murmurar
con las palabras mas tiernas.
Solo quiero que me abraces
déjame sentir tu cuerpo,
por favor, y si lo haces
me acompañas hasta del cielo.
Me llevo tu sonreír
grabado entre mi pupila,
tu beso, y ese latir
que me dio tanto en la vida.
La abrace obedeciendo
las ordenes que me dio,
estaba ya falleciendo
y en mis brazos expiró.
Con un abrazo le di
postrada en su agonía,
mas de lo que prometí
a lo largo de su vida.
Me muero si tu te mueres
abrazándola dije un día,
y hoy que solo me he quedado
con ella se va mi vida.
Pedro Tapia.