martes, 24 de febrero de 2009

Me quedaré callado.

Cuando te acerques serena
disimulando emoción,
soportaré si se agolpa
la sangre en mi corazón.

Tendré en mente tu deseo
de esconderme en tu demencia,
de no mirar si te veo
y escapar de tu presencia.

Me quedaré callado
como estatua hecha de piedra,
con el corazón sangrado
y sintiendo en mi piel la hiedra.

Me alejaré si te acercas
para no verte fingir,
aparentar que aparentas
tu indiferente sentir.

Más cuando llegues aprisa
al escondite supremo,
arrancando mi camisa
sin darme un tierno “te quiero”,
lo gritaré en el espacio
que me quieres, y primero
te daré un beso en la boca
que sofoque tus, “ya quiero”.

Saciaremos en derroche
la energía y el amor,
y lo que dure la noche
le pondrá un alto al reloj.

Con un ardiente café
en tu mano y en tu boca,
te diré adiós muy temprano
después de otra noche loca.

Me quedaré callado
cuando te vea partir,
de nuevo a sentir helado
mi corazón al fingir.



Pedro Tapia.

1 comentario:

Dromo dijo...

versatil y agresivo,
extrañamente emotivo.

Reitero mis respetos
el vocavulario, las figuras y como juegas con el lenguaje
haces que se vea tan facil!!

saludos