martes, 14 de octubre de 2008

Instintos domesticados.

Tengo que amarrar mis instintos
para no salir detrás de ti,
aun complacido, me dejas
con las ansias de seguir.

Después de saciarme en besos
con tu boca enloquecí,
siendo la dueña de mis embelesos
te pido permiso para no dormir.

Y en segundos me supera el desespero
y te empiezo a perseguir,
y tu dejas que te alcance y luego
me torturas con tu cuerpo sin vestir.

Y permites que la fiera se libere
rompiendo ataduras de mi mente vil,
y bajo la tormenta desatada sede
a tus bajos juicios dominantes mil.

Y como mariposa en un remanso bosque
descansa la fuerza de mi tempestad,
tu la dominaste y domesticaste
con tan solo el eco de tu voluntad.

Pedro Tapia.

1 comentario:

MRB dijo...

Ojalá ese amor frutifique en un equilibrio sano.
Un abrazo,
Shanty