Se siente denso
el aire de la casa
se mira grande
sin tus pasos caminar,
y en el intento
de mirarte me sofoca
la ausencia de tu
risa no escuchar.
Por las paredes
se escurren tus recuerdos
y en las esquinas
tu aroma no se va,
entro a tu cuarto
y me pega el desconsuelo
pues tu silueta
en el espejo aun esta.
Los perros
pierden el apetito cotidiano
por la ventana se
asoman y no estas,
y cuando escuchan
que platico con tu foto
ladran pensando
que volviste y no es verdad.
Dejaste un hueco
lleno de nostalgia
intento diario
llenarlo y clausurar,
pero es tan hondo
que por más que intento
nunca mi llanto
lo podrá llenar.
Encontré un beso
que no te di
perdido en la
oscuridad,
cien mil palabras
que nunca dije
atoradas en mi
mediocridad.
También cayeron
sobre mi espalda
muchas disculpas
que no pedí,
pero te juro lo
que me mata
es que yo nunca
te comprendí.
Al caer la noche
me inspira el miedo
sentirme solo me
da ansiedad,
la soledad no es un
buen consuelo
porque se burla y
me hiere mas.
Que te hayas ido
no es lo que mata
como te fuiste si
estuvo mal,
aunque marchaste
de mi asfixiada
no merecí el beso
de tu final.
Quererte tanto
fue mi suicidio
acostumbrarme a
tu ambigüedad,
pensar que eras
lo que no fuiste
mientras mentías
con la verdad.
Pedro Tapia.
3 comentarios:
Hola Pedro:
Hermoso poema, me encantó y de alguna u otra forma me hizo recordar «La espera inútil» de Gabriela Mistral. Te invito a visitar mi blog de poesía:
El lado vacío
http://el-lado-vacio.blogspot.com
Yo te sigo desde hace tiempo, espero que alguna de mis publicaciones te guste.
Saludos desde Chile.
Gracias Nando muy amable, calro que te leere.
Claro que si te leere.
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