que fulgura en tu imprudencia,
cuando callada observes el horizonte etéreo
y sientas ganas de tenerme cerca,
piénsame cuando descalces tus hermosos pies
y te moje tibia el agua de la regadera
cuando sientas ganas de quererme un poco
deja que mis pensamientos entren en escena,
piénsame cuando te toques y te ruborices
y cuando tus manos diestras mi poema exhiban
dándole a la orquesta sabias directrices
sin que tus pudores el amor cohíban,
piénsame besando tu boca anhelada
con sabor a mares de tu playa ardiente
piensa que celebro tu fiesta privada
sobre las arenas de tu continente.
Pedro Manuel Tapia Sánchez.
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