viernes, 6 de noviembre de 2009

Leyenda urbana.

Del arrabal tolerante que lacera la existencia
surge la sombra indigente con silueta de poeta,
su mirada esta perdida por los rasgos de demencia,
sin embargo en su palabra se respeta lo coherencia.

Mal trecho por el cansancio que provoca la bohemia
se tambalea en la calle como sombra huracanada,
en su vaho deja constancia del licor que ahora lleva,
circulando por la sangre en sus venas incrustada.

Se sonríe con una dama que lo mira con desprecio
y le adorna con dos versos la prisa de su mañana,
el suplica le perdone lo descortés del encuentro
y tropezando se marcha haciendo un mejor intento.

El sol calienta su cara sin afeitar por semanas
y el saco que lleva puesto parece viejo y holgado,
en el borde de su pelo empiezan a lucir canas
la dieta de alcohol barato lo está volviendo delgado.

Siempre educado contesta y lucido lee los diarios,
se informa de los detalles locales y nacionales
te desmenuza una historia con sus propios comentarios,
y te dirige diciendo las cosas mas racionales.

Dicen que no saben como se llama este hombre
que hay veces que esta cantando como un ave campirana,
de pronto dejan de verlo y no hay nadie que lo nombre
y aparece cuando el frío aprieta de madrugada.

Solo pide como pago su trago que dure rato
y sigue lanzando versos y regalando poesía,
les declama y los absorbe en su mundo de arrebato
mientras canta y les compone con honda melancolía.

Se sienta en esa banqueta mientras se toma un caldito
que la señora del puesto le regala si hay poquito,
él en pago le declara adulaciones sinceras,
ella sonriendo queda complacida en sus quimeras.

Un día le platicaba, a un perro esmeradamente,
que tenia esposa y dos hijas pero que lejos vivían,
que no las veía por que seguramente
al mirarlo de indigente aun peor lo tratarían.

Otros dicen que no es cierto, que a gran alcurnia responde
que hay mujeres que lo han visto y lloran como novicias,
que en carros de lujo han llegado, a buscarlo y el se esconde,
y que en mas de una ocasión lo han mirado en las noticias.

Es una leyenda urbana del amor y el desamor,
la mezcla de sociedades tan distintas como son,
el se esconde en la inmundicia por que dice que es mejor,
que vivir hipocresías que transformen su interior.

Pedro Tapia.

1 comentario:

Dromo dijo...

Este es para leerse una y otra vez
me atrapa y cautiva
casi crei conocer a ese señor
y en eso descubri que eres un profugo de las predicciones, justo cuando trato de precipitarme y predecir lo que diras en seguida, me ganas la jugada dandole un giro inesperado a la historia cambiando las circunstancias casi por completo y sin saber como pero aun asi mantienes congruencia y credibilidad

saludos señor Tapia


mmm aunque sea ficcion
lo es?
quisiera saber
cual era el verdadero transfondo de este amigo