jueves, 3 de julio de 2008

El campesino Remigio

¿Por que llora el campesino?
es que su tierra perdió,
su cosecha y su ganado,
polvo y nada se volvió.

¿Qué paso con sus pollitos
con sus vacas y el fríjol,
los maizales y la alfalfa
y su toro el “Jimador”?

¿Y sus hijos ‘onde andan
y la yunta ‘onde quedo,
los magueyes y su pulque
y su perro el “Camarón”?

No se rían que no es chiste
lo que al Remigio paso,
el pobre anda ‘rete triste
y diabetes le nació.

Sus hijos pelaron ‘pal norte,
y su maíz se le seco,
las vaquitas las vendieron
para salvar el fríjol.

Los frijoles se acabaron
y la alfalfa se perdió,
sus pollitos se murieron
y al torito se comió.

La yunta se la robaron,
los magueyes empeño,
y el pulquecito sobrante
bien rápido se tomo.

Los del crédito lo buscan
y no puede regresar,
seria el colmo de los males
en la cárcel terminar.

Por que andan de ilegales
sus hijos ya no volvieron,
su viejita hacia tamales
pero ya la llamo el cielo.

Que se fue a la capital
de burrero en un mercado,
y su rancho tan querido
por el banco fue embargado.

¡Viva la revolución!
decía el ingrato gritando,
¡Tierra y libertad señores!
en los mítines andando.

¡Ese es mi gallo! decía,
sintiéndose ‘rete orgulloso,
su “gober” le prometía,
luz y agua con todo y pozo.

Y ahora que anda pepenando
en la basura encontró,
la foto del candidato
que ‘pa la grande jugo.

¿Quién se acuerda de Remigio,
su familia y de su honor?
Que al cabo que ya votaron,
y su gallo al fin gano.

Pedro Tapia.

2 comentarios:

Mina dijo...

Hola Hermoso!!
Muy bueno, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia,verdad!?...
Besos,cuidate.

Dromo dijo...

Señor Tapia, se que escribes bien
espero, prefiero creer que
esta historia es ficcion
aunque me suena a espejo y reflejo de lo que actualmente vivimos.

Triste final para quien
se esforzo tanto, ¿que pasaria con sus hijos?¿seguirian comunicados?¿le enviarian algun apoyo?.

me gusta la vida de campo me hubiera gustado nacer y estar en un rancho agricola.

ah que Remigio,
quizas su desgracia no haya sido
haberlo perdido todo, si no que aparentemente todos se olvidaron de el.