jueves, 31 de julio de 2008

Ingratitud

A punto de morir estaba un bebé hospitalizado,
y su padre hecho pedazos lloraba desesperado,
le dijo el padre a su hijo aunque el niño no entendiera,
hijo mío te amo tanto, por ti mi vida yo diera.

El primero de mis hijos, y dios, me lo estas quitando,
te propongo que me lleves y que el siga respirando,
el creador se compadece por el padre y su dolor,
quizá recordando el día, que muriera el redentor.

Y el bebé, por el milagro, recupera la salud,
y llorando el padre eleva, su oración de gratitud,
pasa el tiempo el niño crece sin sufrir limitaciones,
y el padre le agradece, a dios por sus atenciones.

Y un mal día oscureciendo, sucedió lo no pensado,
se afrenta el hijo del padre, volviéndolo desdichado,
y ese golpe que taladra, su corazón en pedazos,
no subsana y no le alcanza, para evitar un infarto

El padre suplicó a dios por la vida del infante,
el hijo juzgó a su padre sin derecho a reprocharle,
dios se compadeció regalándole la vida,
y el hijo mato a su padre por una causa perdida.

Pedro Tapia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para los que lean esto y no te conoscan como yo nunca sabran de verdad a que te refieres pero yo ... y comparto tu dolor.