lunes, 5 de octubre de 2009

Cafe de gloria.

El simple bullicio de esta fresca tarde
y el exquisito aroma de mi dulce café,
hacen que el viento en su triste alarde
me transporte al día cuando te encontré.

El aire cortado resbala de mi memoria
y me sacude los pensamientos,
golpea mi cerebro su voz mortuoria
y se me ablandan los sentimientos.

Era rojizo esplendido el cielo aquel
tu piel blanca lucia anaranjada,
tus pecas tiernas como oropel
y tu tristeza desencajada.

Tenias las dudas vistiendo tu vida
y los pesares adornando tu existir,
una sonrisa quebrada y tibia
y tu mirada a medio vivir.

Hoy apacible me encuentro solo
pero te espero en mi atardecer
pues desde entonces te hice mía
y nunca sola volviste a ser.

A mi regreso te daré un beso
mas tierno y puro que el beso aquel
con el que me creíste que yo era eso
que dios guardaba para tu ser.

Y te cumplí yo la fiel promesa
de amarte tanto como pudiera
y me has debido de querer tanto
por que me diste tu vida entera.

Si existe el túnel del mas allá
por el que fue tu alma abducida
en esta tarde del mas acá,
preparo el viaje de mi partida.

Café supremo, tarde imperial,
recuerdo bello, espera ardiente,
mi medicina para mi mal,
eres la gloria que yo amé siempre.

Pedro Tapia.

1 comentario:

Dromo dijo...

Es interesante una descripcion de amor, creo que asi debe ser cuando se ama plenamente,
simplemente inspirador,

creo que cuando el texto es bueno
no se siente lo largo por que vuelve un deleite y si no terminara mejor.

saludos