martes, 6 de octubre de 2009

Herencia maldita.

Si me quisiste, ya no me acuerdo
¿por que me insistes en tu penar?
y si te quise no me lamento
pues he curado todo ese mal

Me duele verte cabizbaja y triste
y no me agrada esta situación,
me desconcierta lo que dijiste
que yo era guía de tu timón.

Yo no merezco tal insistencia
sobre este ruego del corazón,
si tu le diste la cruel sentencia
al juicio sano de mi razón.

Estas hablando de cualidades
que nunca antes tenia para ti,
ahora resulta que son verdades
lo que mentiras decías de mi.

¿Que giro de la ruleta
te resulto tan inesperado?
que ahora piensas que soy tu meta
y antes fui un loco y un retardado.

Cura tus penas y remordimientos
mas no los quieras sanar aquí,
yo superé mis malos momentos
y sin tu ayuda pude seguir.

Tu me dejaste pena y zozobra
mas rechace tu herencia maldita,
y aunque de ti un día fui tu obra
no doblegaste mi alma convicta.

Si bien es cierto que en cierta forma
tu modelaste mi condición,
se te olvido ese gran detalle
nunca moldeaste mi corazón.

Por eso pienso que tu al marcharte
confiaste que era tu gran creación
y en el rincón donde me dejaste
creíste encontrarme a disposición.

Hoy no mediste las consecuencias
y saboteaste tu propio amor,
y en el océano de tus demencias
ahora te ahogas en tu dolor.

Yo fui salvado por los dolores
que hicieron fuerte mi bien sufrír,
pues no es lo mismo infringir la pena
que soportarla y sobrevivir.

Pedro Tapia.

1 comentario:

Dromo dijo...

escritos asi me hacen
pensar que en el amar
aun no he tocado fondo,
creo que hay cosas que vienen
con el tiempo.

muy profundo realmente
un desafio
en esta ocacion
ocupar o intentar
comprender al protagonista..