viernes, 29 de febrero de 2008

Ojos que miran perforando mi alma

Ojos que me miran perforando el alma
Sigilosamente me hacen adorarlos,
Ojos que convierten tempestad la calma
Y que me sentencian para no olvidarlos.

Labios de carmines con sabor a cielo
Boca que si besa se produce fuego,
Labios que combinan el amor y el celo
Arriesgando el vilo de mi vida en juego.

Cabello tan suave como terciopelo
Que vuela en el viento cual la mariposa
Cabello que enreda el sutil destello
Sobre el rostro bello de una hermosa Diosa.

Sueño recorrerla y que le provoca
Dejarme abrazarla para huir del frío,
Su piel la disfruto con un ansia loca
Y ella se estremece al contacto mío.

Cuerpo que seduce con su movimiento
Cuando pasa cerca de cualquier hoguera,
Cuerpo que se adueña de mi sufrimiento
Si me pasa a un lado sin voltear siquiera.

Ríos de sonrisas y coquetería
Emanan del fondo de su corazón,
Logrando por eso esta vida mía
La vana esperanza de dulce ilusión.

No se si la vida le ha dado clemencia
O la ha maltratado como suele ser,
No se cuanto llanto o cuanta carencia
Pudiera absorberse en bella mujer.

Y con ese temple seductoramente
Recorre la vida sin ningún temor,
Saboreando el tiempo que tímidamente
Parece inmutarse con tanto candor.

Quiero darle todo, quiero darle tanto
Aunque solo puedo yo darle tan poco,
Y mientras me espera derramando llanto.
Yo paso las horas volviéndome loco.

Ella encantadora de corales hecha
Deslumbrante al brillo de su amanecer,
Que con un suspiro enciende la mecha
De la veladora de mi atardecer.
Pedro Manuel Tapia Sanchez

1 comentario:

Dromo dijo...

Si es verdad!
hay besos con fuego
y mujeres con una fragancia en su piel, que se vuelve una adiccion.

Despues ya no hay manera de sacarlas, de la mente.

saludos

felicidades
por decir, lo que aveces sentimos
pero que no sabriamos
expresar de esa manera casi sublime como lo hace ud.